Cuando tú vuelvas yo no estaré, ya lo sabes, así es la ley del amor. En las películas lo muestran muy claro. Cuando alguien abandona a otro alguien, en su regreso siempre se queda sólo. En realidad yo no quiero separarme de ti pero no puedo hacer nada. ¿Qué quién me ha dicho eso? Pues creo que todo el mundo, las historias como la nuestra casi nunca suelen funcionar. Que sí, que vale, que el “casi” no es el “siempre” pero yo prefiero prepararme desde ya no vaya a ser que luego me dé un disgusto muy grande y me quede hecha polvo.
¿te he dicho que llevo todo el día acordándome de ti? La verdad es que me resulta complicado no imaginarme esos ojos tan bonitos que tienes clavándose en los míos. Creo que cada día que pasa me vas gustando un poco más. Ya sé que me pongo un poco cursi… Bueno, quizás demasiado, cuando nos tocan esas fibrita nos volvemos un poco majareta.
Me da mucha pena no poder curar la pequeña herida que tienes en el corazón. Esas son de las peores porque a pesar de que no sangran mucho, si no se curan bien, pueden molestar durante mucho tiempo.
De pequeña quise ser enfermera. Si me esfuerzo un poco estoy segura de que puedo hacer que cicatrice sin ningún problema. Un poco de alcohol, una noche de reposo y un poco de hierba en pipa (esto lo aprendí de mi abuela… se solía hacer muchas infusiones para curar los males)
Me encantas. Tanto como las manzanas que comía de pequeña en casa de mi tía, tanto como sentarme a ver atardeceres y tanto que… No, no… me gustas mucho más que eso.
¿Qué por qué no te digo todo esto a la cara? Pues no lo sé, creo que tengo demasiado miedo a que me rompan el corazón, ya sabes, lo que siempre pasa en las películas. Pero mira, ahora que lo pienso, puede que esos no sean buenos directores de cine. Ya te dije una vez que me gustaría escribir algún día guiones para cortos. Si me concentro mucho y encuentro la inspiración necesaria podría redescribir nuestra historia. Espero poder encontrar a alguna musa libre para que me ayude un poco. No, no, mejor que en vez de ser un guión para un corto podría hacerlo para la película más larga y pastelosa del mundo. Habrán paseos por la playa en noches con luna llena, viajes infinitos al país no nunca jamás, relojes apagados que no cuenten los segundos, calendarios sin días, ni meses ni horas, miradas cómplices detrás de un gran helado de chocolate… uff, se me ocurren tantas cosas. ¿A ti te gustaría casarte en alguna playa de El Cotillo? Creo que deberíamos quedar un día para ir apuntando las ideas de lo que será nuestra nueva vida.
Al fin y al cabo, es nuestra y tenemos todo nuestro derecho a hacerla y vivirla como nosotros queramos.
- ¿A dónde vas?
- A rebobinar la cinta que vamos a grabar la mejor película de la historia.
¿te he dicho que llevo todo el día acordándome de ti? La verdad es que me resulta complicado no imaginarme esos ojos tan bonitos que tienes clavándose en los míos. Creo que cada día que pasa me vas gustando un poco más. Ya sé que me pongo un poco cursi… Bueno, quizás demasiado, cuando nos tocan esas fibrita nos volvemos un poco majareta.
Me da mucha pena no poder curar la pequeña herida que tienes en el corazón. Esas son de las peores porque a pesar de que no sangran mucho, si no se curan bien, pueden molestar durante mucho tiempo.
De pequeña quise ser enfermera. Si me esfuerzo un poco estoy segura de que puedo hacer que cicatrice sin ningún problema. Un poco de alcohol, una noche de reposo y un poco de hierba en pipa (esto lo aprendí de mi abuela… se solía hacer muchas infusiones para curar los males)
Me encantas. Tanto como las manzanas que comía de pequeña en casa de mi tía, tanto como sentarme a ver atardeceres y tanto que… No, no… me gustas mucho más que eso.
¿Qué por qué no te digo todo esto a la cara? Pues no lo sé, creo que tengo demasiado miedo a que me rompan el corazón, ya sabes, lo que siempre pasa en las películas. Pero mira, ahora que lo pienso, puede que esos no sean buenos directores de cine. Ya te dije una vez que me gustaría escribir algún día guiones para cortos. Si me concentro mucho y encuentro la inspiración necesaria podría redescribir nuestra historia. Espero poder encontrar a alguna musa libre para que me ayude un poco. No, no, mejor que en vez de ser un guión para un corto podría hacerlo para la película más larga y pastelosa del mundo. Habrán paseos por la playa en noches con luna llena, viajes infinitos al país no nunca jamás, relojes apagados que no cuenten los segundos, calendarios sin días, ni meses ni horas, miradas cómplices detrás de un gran helado de chocolate… uff, se me ocurren tantas cosas. ¿A ti te gustaría casarte en alguna playa de El Cotillo? Creo que deberíamos quedar un día para ir apuntando las ideas de lo que será nuestra nueva vida.
Al fin y al cabo, es nuestra y tenemos todo nuestro derecho a hacerla y vivirla como nosotros queramos.
- ¿A dónde vas?
- A rebobinar la cinta que vamos a grabar la mejor película de la historia.
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