Amanece que no es poco


En Montera
los segundos son contados,
más rápidos o más lentos,
por las agujas
de un zapato de tacón
Las jornadas se miden
en papeles tintados,
sucios y manoseados,
por grandes y pequeños
y no es que importe el tamaño.
Amanece que no es poco
y las esquinas siguen
sin estar vacías
¿qué importa que nieve
o llueva si hay un billete
en el bolsillo?
Y no es que hable yo de pantalones
Solo hablo de agujeros
que se quedan vacíos
porque más vale darle
de comer a un niño
que llenarlos de vicios.
de Gran Vía hasta Sol
pasando por Montera.
He perdido el norte
incluso he perdido el sur
y hasta la hora
debe ser porque esta noche
no llevo puestos
los zapatos de tacón.

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